La focaccia

Es que, como puedo deciros, me vuelvo loca para el pan, lo comería en cualquier momento del día, bueno a veces también por la noche, y no me canso: casero, con harinas mezcladas, de centeno, integral, con semillas... Me encantan pan y tomates, bocatas, bocadillos, montaditos, pues claro!, también la pizza... me encanta todo lo que sea carboidrato, ¡sigh! Así que teniendo un cubo de levadura de cerveza, tomates cherry pero ningún queso, he dicho: bueno, hoy estamos en plan “focaccia pugliese” gordita, tierna y bien dorada. Esta es la receta clásica, pero la verdad que hay muchísimas versiones, y todas riquísimas. Hay gente que añade mas leche, gente que prefiere un chorro mas de aceite, a mi gusta la misma dosis de leche y aceite, y un poco de agua, si hace falta. Pero lo que importa es el tiempo y las condiciones del leudado: 2 horas la primera, mas como mínimo media hora la segunda, y una temperatura ambiente que no tiene que ser inferior a los 20 °C. Luego, también cuidado con el trabajo de la masa: tiene que durar por los menos 10 minutos seguidos hasta que esta ya no sea pegajosa, y antes de recogerla para formar la bola.
¿Fácil, no? Y sobre todo buena buena.

Focaccia pugliese



500 g de harina
1 cubo de levadura de cerveza
2 patatas pequeñas (120 g las dos)
medio vaso de leche
medio vaso de aceite de oliva virgen extra
sal (fino y grueso)
100 g de tomates cherry
albahaca, orégano, menta

Lavamos las patatas y las ponemos en una cacerola con abundante agua fría, luego dejamos que el agua rompa a hervir y calculamos desde este momento 20-25 minutos de cocción. Escurrimos, pelamos en seguida y aplastamos las patatas con un tenedor.

Vertemos sobre una tabla la harina, añadimos una pizca de sal, las patatas aplastadas, la levadura derretida en la leche tibia, el aceite y agua hasta que, amasando, vamos a obtener una pasta tierna y no pegajosa (trabajamos con las manos durante 10 minutos). Recogemos la masa formando una bola y la ponemos a leudar en una cacerola y en un lugar tibio (yo la puse en el horno apagado) durante 2 horas.

Después del primer leudado, tomamos la masa y la tendemos, utilizando los dedos mojados con un chorro de aceite, en una bandeja de horno cubierta con papel para hornear. Lavamos los tomates, los secamos y los cortamos por la mitad, luego los ponemos, empujando un poco, sobre la masa tendida. Espolvoreamos con sal grueso, añadimos las hierbas secas picadas, mojamos con un buen chorro de aceite y dejamos leudar durante 30 minutos, siempre en un lugar tibio, antes de poner la focaccia en el horno a 190-200 °C durante 30-35 minutos. Buena tibia, la focaccia es riquísima fría, cortada por la mitad y rellenada de queso de cabra.

In italiano per favore

La focaccia

Non so come dire, io impazzisco per il pane, lo mangerei a qualsiasi ora del giorno e, a volte, anche della notte. Non mi stanco: casereccio, con farine varie, di segale, integrale, con semi di girasole, sesamo... Adoro pane e pomodoro, panini, canapé, stuzzichini, crostini e, certo, la pizza... lo ammetto: sono carboidrato-dipendente. Perciò, avendo a mia disposizione un cubetto di lievito di birra, pomodorini ma zero mozzarella, ho detto: che focaccia sia! E che sia “pugliese”, bella spessa, morbida e dorata. Questa è la ricetta classica, ma in realtà en esistono molte versioni, e tutte sono buonissime. C'è gente che aggiunge più latte, altri preferiscono un poc più d'olio, a me piace con latte e olio nella stessa proporzione, e un po' d'acqua se necessario. Però la cosa più importante è la lievitazione: 2 ore una prima volta più minimo mezz'ora la seconda, e una temperatura ambiente che non sia mai inferiore ai 20 °C. poi, certo, anche la fase dell'impasto è delicata. Mai lavorare per meno di 10 minuti di seguito, questo fa in modo che la pasta non risulti appiccicosa prima di raccoglierla a palla.
Facile, no? E soprattutto buona.


Focaccia pugliese




500 g di farina
1 cubetto di lievito di birra
2 patate
mezzo bicchere di latte
mezzo bicchiere di olio extravergine
sale (fino e grosso)
100 g di pomodorini
basilico, origano, menta

Lavate le patate e disponetele in una casseruola con acqua fredda, quindi portate a bollore e calcolate, da questo momento, circa 20-25 minuti di cottura. Scolatele, pelatele subito e schiaccetele con una forchetta.

Versate a fontana la farina su un piano di lavoro, quindi disponete nel centro le patate schiaccaite, un pizzico di sale fino, il lievito sciolto nel latte tiepido, l'olio e acqua tiepida a sufficienza per ottenere un composto morbido e non appiccicoso (lavorate con le mani per 10 minuti). Raccogliete la pasta a palla, sistematela in una casseruola, copritela con un telo e lasciatela riposare in un luogo tiepido (io l'ho messa nel forno spento) per 2 ore.

Trascorso questo tempo, prendete la pasta e stendetela con i polpastrelli (inumiditi con un goccio d'olio) in una placca rivestita di carta forno. Lavate i pomodorini, asciugateli e tagliateli a metà quindi disponeteli premendo leggermente sulla superficie della focaccia. Spolverizzate con sale grosso, profumate con le erbe secche tritate, irrorate con olio evo e lasciate lievitare per altri 30 minuti prima di cuocere nel forno cado a 190-200 °C per 30-35 minuti. Buona tiepida, ottima fredda, tagliata a metà e farcita con del buon formaggio di capra.

Commenti

Pity ha detto…
deliciosa, vamos, que no necesita nada, yo me la comeria tal cual, te quedo divina, buen trabajo, besitos desde londres

Post più popolari