Semi-hojaldre, que bueno!
Pues, el viernes hice mi primera masa semi hojaldrada y la verdad que me encantó: tiene un olor y una consistencia única, diferente de una normal masa hojaldre que sí me gusta, pero no muchísimo. Esta masa es mas blanda y la presencia de la levadura la hace un poco, pero solo un poco, mas parecida a la masa brioche (mi preferida). No es difícil como la masa de hojaldre y no es fácil como una quebrada, pero el resultado es perfecto y se pueden hacer croissant y otros bollos, como estas caracolas con un poco de crema pastelera y unas pasas. Cuando las saquéis del horno, no olvidéis de poner encima a los bollos una mezcla de mantequilla derretida con gelatina de manzana, para dar brillo y, como nuestra masa no había salido bastante dulce, también un poco de glasa real. En fin, aun no he terminado mi roscón que ya tengo el cambio, con estas caracolas... ¡menudo meses de dulces me esperan!
Caracolas de masa semi hojaldre
500 g de harina de media fuerza
35 g de levadura natural de cerveza
15 g de sal
1 huevo
50 g de nata liquida
40 g de azúcar
250 g de agua
mas:
200 g de mantequilla
50 g de harina floja
En un bol bastante ancho mezclamos la harina tamizada, la sal, la nata el azúcar, el huevo y añadimos poco a poco el agua, hasta que la masa se despegue de las paredes del bol (se trabaja con fuerza por los menos durante 15 minutos si no tenéis una cochina...). En este punto añadimos la levadura desmenuzada y cuando esta esté completamente absorbida por la masa, incorporamos la mantequilla blanda y cortada en trocitos y la harina floja. Seguimos amasando durante otros 15-20 minutos: la masa tendrá que ser lisa, blanda y olorosa.
Vertemos la masa en la mesa donde habremos puesto un poco de harina floja para que el semi hojaldre no se pegue y cortamos en dos o tres raciones y ahora vamos a doblar. En el caso del semi hojaldre las dobleces son sencillas, es decir que después de haber puesto la masa en forma de quadrado vamos aplastando con el rodillo hasta obtener un rectángulo espeso mas o menos 1 cm y doblamos en tres, llevando hacia el centro primero la parte de la izquierda y luego la parte de la derecha. Dejamos reposar durante 5 minutos (si la temperatura de vuestra casa es mayor que 20 grados, mejor poner en la nevera), luego tomamos otra vez la masa y otra vez vamos aplastando ligeramente, teniendo cuidado de doblar por la segunda vez siempre en el mismo sentido, solo así obtendremos las dobleces en la masa. Ahora dejamos reposar 8 minutos y, en fin, después de haber doblado por la ultima vez, dejamos reposar durante 10 minutos. El semi hojaldre ya está listo: podemos extenderlo un poco mas y estamos listos para hacer nuestra caracolas: con una espátula vamos poniendo poca crema pastelera en toda la masa extendida y, a continuación , unas pasas dejadas en remojo durante 10 minutos en agua tibia o ron y bien escurrida. Ahora empezamos a enrollar todo y cuando tengamos como un brazo gitano, vamos a cortar en trozos de 4-5 cm.
Giramos los trozos para que se apoyen sobre el lado del relleno y los ponemos en una bandeja forrada por papel para hornear. Con las manos aplastamos las caracolas para que se abran y no sean mas altas de 1,5 cm y las horneamos a 200 °C durante 15-20 minutos.
Afuera del horno las pintamos con mantequilla y gelatina de manzana derretidas, y si nos gusta, también con un poco de glasa real...
In Italiano per favore
Che buona la pasta semi sfogliata!
Venerdì ho fatto la mia prima pasta semi sfogliata, e mi è piaciuta un sacco: ha un profumo e una consistenza unica, diversa dalla normale pasta sfoglia che si mi piace, ma non eccessivamente. Questa pasta è morbidissima e la presenza del lievito la rende un poco, solo un poco, simile alla pasta briosche (che adoro). Non è complicata come la pasta sfoglia e non è semplice come la frolla, però il risultato è perfetto e si possono confezionare morbidi croissant e altre pastarelle, come queste chiocciole con un velo di crema e uvetta sultanina. Quando le togliete dal forno, non dimenticate di spennellarle con una miscela di burro sciolto con gelatina di mele, per lucidarle e, siccome la nostra pasta semi sfogliata non era per niente dolce, anche con un poco di glassa reale (zucchero a velo, acqua e zucchero invertito). Cosi, ancora non ho finito il mio roscón e già ho pronto il cambio, con queste chiocciole... Che mesi di zucchero spinto mi aspettano!
Chiocciole di pasta semi sfogliata
500 g di farina di media forza
35 g di lievito naturale di birra
15 g di sale
1 uovo
50 g di panna
40 g di zucchero
250 g di acqua
più:
200 g di burro
50 g di farina di grano tenero
In una ciotola abbastanza capiente mescolate la farina setacciata, il sale, la panna, lo zucchero, l'uovo e aggiungete poco per volta l'acqua, fino a che, impastando, la pasta si stacchi dalle pareti della ciotola (si lavora con vigore perlomeno per un quarto d'ora se non avete una macchina impastatrice). A questo punto, aggiungete il lievito sbriciolato e quando questo sarà completamente assorbito, anche il burro morbido tagliato a pezzetti e la farina di grano tenero. Continuate a impastare con forza per almeno altri 15 minuti: la pasta alla fine dovrà risuktare liscia, morbida e profumata di burro.
Versate la pasta semisfogliata sul tavolo o sul piano di lavoro spolverizzato con poca farina di grano tenero perché non si attacchi e dividete in due o tre razioni, quindi cominciate a fare le pieghe.
Nel caso della pasta semi sfogliata le pieghe sono semplici, cioè dopo aver sistemato la pasta sul piano di lavoro e averle dato la forma di un quadrato aiutandovi con il matterello, cominciate a schiacciare, sempre con il matterello, e a stendere fino a ottenere un rettangolo spesso, più o meno, 1,5 cm, che piegherete in 3, portando verso il centro prima la parte a sinistra poi quella a destra. Lasciate riposare per 5 minuti (se la temperatura è superiore ai 18 °C, meglio mettere la pasta nel frigorifero), poi riprendete la pasta, livellatela e stendetela un'altra volta facendo attenzione di piegare sempre nello stesso in modo da ottenere le sfoglie della pasta. A questo punto lasciate riposare per altri 8 minuti e infine, dopo aver piegato in 3 la pasta un'altra volta, fate riposare per 10 minuti. Adesso la semi sfogliata è pronta: potete stenderla a vostro piacimento e confezionare ciò che volete. Per le chiocciole, stendetela a circa 1 cm e copritela con un velo di crema pasticcera, senza lasciare bordi o margini; spolverizzate con uvetta sultanina ammollata in acqua tiepida o rum e arrotolotale come per fare un tronchetto. Tagliate il rotolo in pezzi di 4-5 cm, quindi adagiate ogni pezzo su una teglia ricoperta di carta forno, sistemandolo in verticale, sul lato aperto del ripieno. Con le mani schiacciate per aprire bene le chiocciole (altrimenti nel forno si gonfieranno e non assumeranno la forma corretta: dovranno essere alte non più di 1,5 cm). Infornate a 200 °C per 15-20 minutos.
Fuori dal forno, spennellate con burro e gelatina di mele sciolti su fuoco dolce e, se vi piace, anche con un tocco di glassa reale...
Caracolas de masa semi hojaldre
500 g de harina de media fuerza
35 g de levadura natural de cerveza
15 g de sal
1 huevo
50 g de nata liquida
40 g de azúcar
250 g de agua
mas:
200 g de mantequilla
50 g de harina floja
En un bol bastante ancho mezclamos la harina tamizada, la sal, la nata el azúcar, el huevo y añadimos poco a poco el agua, hasta que la masa se despegue de las paredes del bol (se trabaja con fuerza por los menos durante 15 minutos si no tenéis una cochina...). En este punto añadimos la levadura desmenuzada y cuando esta esté completamente absorbida por la masa, incorporamos la mantequilla blanda y cortada en trocitos y la harina floja. Seguimos amasando durante otros 15-20 minutos: la masa tendrá que ser lisa, blanda y olorosa.
Vertemos la masa en la mesa donde habremos puesto un poco de harina floja para que el semi hojaldre no se pegue y cortamos en dos o tres raciones y ahora vamos a doblar. En el caso del semi hojaldre las dobleces son sencillas, es decir que después de haber puesto la masa en forma de quadrado vamos aplastando con el rodillo hasta obtener un rectángulo espeso mas o menos 1 cm y doblamos en tres, llevando hacia el centro primero la parte de la izquierda y luego la parte de la derecha. Dejamos reposar durante 5 minutos (si la temperatura de vuestra casa es mayor que 20 grados, mejor poner en la nevera), luego tomamos otra vez la masa y otra vez vamos aplastando ligeramente, teniendo cuidado de doblar por la segunda vez siempre en el mismo sentido, solo así obtendremos las dobleces en la masa. Ahora dejamos reposar 8 minutos y, en fin, después de haber doblado por la ultima vez, dejamos reposar durante 10 minutos. El semi hojaldre ya está listo: podemos extenderlo un poco mas y estamos listos para hacer nuestra caracolas: con una espátula vamos poniendo poca crema pastelera en toda la masa extendida y, a continuación , unas pasas dejadas en remojo durante 10 minutos en agua tibia o ron y bien escurrida. Ahora empezamos a enrollar todo y cuando tengamos como un brazo gitano, vamos a cortar en trozos de 4-5 cm.
Giramos los trozos para que se apoyen sobre el lado del relleno y los ponemos en una bandeja forrada por papel para hornear. Con las manos aplastamos las caracolas para que se abran y no sean mas altas de 1,5 cm y las horneamos a 200 °C durante 15-20 minutos.
Afuera del horno las pintamos con mantequilla y gelatina de manzana derretidas, y si nos gusta, también con un poco de glasa real...
In Italiano per favore
Che buona la pasta semi sfogliata!
Venerdì ho fatto la mia prima pasta semi sfogliata, e mi è piaciuta un sacco: ha un profumo e una consistenza unica, diversa dalla normale pasta sfoglia che si mi piace, ma non eccessivamente. Questa pasta è morbidissima e la presenza del lievito la rende un poco, solo un poco, simile alla pasta briosche (che adoro). Non è complicata come la pasta sfoglia e non è semplice come la frolla, però il risultato è perfetto e si possono confezionare morbidi croissant e altre pastarelle, come queste chiocciole con un velo di crema e uvetta sultanina. Quando le togliete dal forno, non dimenticate di spennellarle con una miscela di burro sciolto con gelatina di mele, per lucidarle e, siccome la nostra pasta semi sfogliata non era per niente dolce, anche con un poco di glassa reale (zucchero a velo, acqua e zucchero invertito). Cosi, ancora non ho finito il mio roscón e già ho pronto il cambio, con queste chiocciole... Che mesi di zucchero spinto mi aspettano!
Chiocciole di pasta semi sfogliata
500 g di farina di media forza
35 g di lievito naturale di birra
15 g di sale
1 uovo
50 g di panna
40 g di zucchero
250 g di acqua
più:
200 g di burro
50 g di farina di grano tenero
In una ciotola abbastanza capiente mescolate la farina setacciata, il sale, la panna, lo zucchero, l'uovo e aggiungete poco per volta l'acqua, fino a che, impastando, la pasta si stacchi dalle pareti della ciotola (si lavora con vigore perlomeno per un quarto d'ora se non avete una macchina impastatrice). A questo punto, aggiungete il lievito sbriciolato e quando questo sarà completamente assorbito, anche il burro morbido tagliato a pezzetti e la farina di grano tenero. Continuate a impastare con forza per almeno altri 15 minuti: la pasta alla fine dovrà risuktare liscia, morbida e profumata di burro.
Versate la pasta semisfogliata sul tavolo o sul piano di lavoro spolverizzato con poca farina di grano tenero perché non si attacchi e dividete in due o tre razioni, quindi cominciate a fare le pieghe.
Nel caso della pasta semi sfogliata le pieghe sono semplici, cioè dopo aver sistemato la pasta sul piano di lavoro e averle dato la forma di un quadrato aiutandovi con il matterello, cominciate a schiacciare, sempre con il matterello, e a stendere fino a ottenere un rettangolo spesso, più o meno, 1,5 cm, che piegherete in 3, portando verso il centro prima la parte a sinistra poi quella a destra. Lasciate riposare per 5 minuti (se la temperatura è superiore ai 18 °C, meglio mettere la pasta nel frigorifero), poi riprendete la pasta, livellatela e stendetela un'altra volta facendo attenzione di piegare sempre nello stesso in modo da ottenere le sfoglie della pasta. A questo punto lasciate riposare per altri 8 minuti e infine, dopo aver piegato in 3 la pasta un'altra volta, fate riposare per 10 minuti. Adesso la semi sfogliata è pronta: potete stenderla a vostro piacimento e confezionare ciò che volete. Per le chiocciole, stendetela a circa 1 cm e copritela con un velo di crema pasticcera, senza lasciare bordi o margini; spolverizzate con uvetta sultanina ammollata in acqua tiepida o rum e arrotolotale come per fare un tronchetto. Tagliate il rotolo in pezzi di 4-5 cm, quindi adagiate ogni pezzo su una teglia ricoperta di carta forno, sistemandolo in verticale, sul lato aperto del ripieno. Con le mani schiacciate per aprire bene le chiocciole (altrimenti nel forno si gonfieranno e non assumeranno la forma corretta: dovranno essere alte non più di 1,5 cm). Infornate a 200 °C per 15-20 minutos.
Fuori dal forno, spennellate con burro e gelatina di mele sciolti su fuoco dolce e, se vi piace, anche con un tocco di glassa reale...
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