Scones

Sono popolarissimi, facilissimi e, senza dubbio, buonissimi. Gli scones sono dei panini di forma triangolare o rotonda impastati con lievito chimico, quindi tecnicamente hanno molto poco a che fare con il pane, sono più simili a dolcetti che possono essere arricchiti con uvetta o altra frutta candita o secca, come per esempio albicocche o fichi. La farina può essere solo di grano oppure spezzata con altre farine, per avere un gusto più rustico (farro, avena, io in questo caso avevo solo quella di mais fine). Gli scones si possono fare anche in versione salata, aggiungendo formaggio all'impasto, ma pur essendo appetitosi, io preferisco la versione leggermente dolce con uvetta sultanina. Una volta pronti si mangiano a colazione o con una buona tazza di tè a metà pomeriggio, come fanno gli inglesi, farciti con burro e marmellata (se potete e ne avete una fatta in casa, provateli con marmellata di fragole). Li fate, li cuocete, li gustate e, se vi avanzano, potete anche congelarli.

Scones



(Ingredienti per 6 scones)
175 g di farina 00 o 0
50 g di farina di mais fine
5 g di lievito chimico
40 g di zucchero
75 g di burro morbido
80 g di uvetta ammollata in tè nero
2-3 cucchiai di latte
1 uovo
1 pizzico di sale

In una ciotola versate le farine con il lievito e lo zucchero, quindi aggiungete il burro a tocchetti e impastate velocemente con la punta delle dita come se doveste fare una frolla. Quando avrete ottenuto un briciolame abbastanza fine, unite l'uvetta ben strizzata, i cucchiai di latte e l'uovo intero. Impastate sempre con le mani fino a ottenere un composto omogeneo e morbido, unite infine il pizzico di sale e lavorate l'impasto per un altro minuto, quindi versatelo su di un piano di lavoro leggermente infarinato. Stendetelo leggermente (dovrà avere uno spessore di 2-3 cm), quindi con un coppapasta ricavate dei paninetti o, se preferite con un coltello tagliate dei traingoli. Disponete gli scones su una teglia ricoperta di carta forno, spennellateli con un po' di latte e cuoceteli nel forno già caldo a 200 °C per 12-15 minuti.

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Son muy populares, muy sencillos y, sin duda, muy buenos. Los scones son panecillos triangulares o redondos amasados ​​con levadura química, por lo que técnicamente tienen muy poco que ver con el pan, en realidad son más parecidos a bollos que se pueden enriquecer con pasas u otras frutas confitadas o secas, como los albaricoques o higos. La harina puede ser solo de trigo o llevar también un porcentaje de otras harinas, para tener un sabor más rústico (es decir espelta, avena, o, como en este caso, harina de maíz fine). Los scones también se pueden hacer en versión salada, agregando queso rallado a la masa, pero a pesar de ser muy sabrosa, yo prefiero la versión ligeramente dulce con pasas. Una vez listos, se comen en el desayuno o con una buena taza de té para merendar, como hacen los ingleses, rellenos de mantequilla y mermelada (si podéis y tenéis una casera, os aconsejo probarlos con mermelada de fresa). En fin, Los amasas, los horneas, los pruebas y, si te sobran, también puedes congelarlos.

Scones



(Ingredientes para 6 scones)
175 g de harina de trigo
50 g de harina de maíz fine
5 g de levadura química
40 g de azúcar
75 g de mantequilla pomada
80 g de pasas mojadas en té negro
2-3 cucharadas de leche
1 huevo
1 pizca de sal



En un bol vertemos  las harinas con el polvo de hornear y el azúcar, luego agregamos la mantequilla en trocitos y amasamos rápidamente con las yemas de los dedos como si estuviéramos  haciendo una masa quebrada. Cuando hayamos obtenido unas migas bastante finas, agregamos las pasas bien escurridas, las cucharas de leche y el huevo entero. Seguimos amasando con las manos hasta obtener una mezcla homogénea y suave, finalmente agregamos una pizca de sal y amasamos durante un minuto más, luego vertemos la masa sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada. Estiramos un poco (tendremos que obtener un grosor de 2-3 cm), y a continuación con un cortador redondo cortamos algunos panecitos  o, si lo preferimos, con un cuchillo, cortamos unos triángulos. Colocamos los scones en una bandeja cubierta con papel de horno, cepíllamoslos con un poco de leche y horneamos en el horno precalentado a 200 ° C durante 12-15 minutos.

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