Riso, fagiolini e carne

Ci sono dei piatti talmente semplici che non stancano mai. Questo è uno di quelli, e a me è molto caro perché lo faceva spesso Marcella, mia madre.

Diciamo pure che era un suo personale successo con me perché, da piccola, io non amavo particolarmente né la carne né la verdura, anzi, avrei potuto mangiare pane, pizza, pasta tre volte al giorno senza colpo ferire, storcevo il naso ogni volta che mi mettevano davanti un minestrone, o comunque una qualche crema verde, ma se compariva sulla tavola "riso, fagiolini e carne", io ero molto contenta. Evidentemente per me era un confort food ante litteram, uno di quei piatti coccola che mi nutrivano prima attraverso il naso (ne sentivo l'incredibile profumo già mentre salivo le scale al ritorno da scuola trascinandomi la cartella mezza sgarrupata), poi attraverso gli occhi e solo alla fine con il suo incredibile sapore. Diciamo quindi che, a differenza della pizzaiola di qualche settimana fa, questo piatto resta per me un ever green, che di colpo mi riporta a quando lo gustavo seduta a tavola, con i piedi penzoloni dalla sedia. Insomma, è buonissimo, facilissimo e relativamente breve da fare. Tra l'altro, potete conservare lo stufato in comodi vasetti in frigo o in freezer e tenerlo sempre pronto per preparare in un quarto d’ora un gustoso piatto unico.

Riso fagiolini e carne alla maniera di Marcella

Ingredienti per 2 persone:

300 g di fagiolini

400 g di carne di vitello o manzo a bocconcini (potete anche utilizzare delle fettine che avete in frigo o in freezer tagliate a striscioline non troppo sottili)

qualche pomodoro da sugo o 200 g di passata

erbe aromatiche a gusto (timo, basilico per me)

1 spicchio d'aglio

sale e pepe

olio extravergine di oliva

Partiamo con ordine: procuratevi dei buoni fagiolini, possono essere sia tondi che piatti, a vostro piacimento. spuntateli, sbollentateli in acqua salata e, nel frattempo, preparate un sughetto, possibilmente con pomodoro fresco (in questo caso io non avevo pomodorini e ho utilizzato dei pomodori da sugo, ben maturi e opportunamente sbollentati prima per eliminare la buccia): in un tegame scaldate qualche cucchiaio di olio evo con uno spicchio d'aglio sbucciato, quindi unite la polpa di pomodoro, mescolate, profumate con le erbe aromatiche e coprite. Dopo qualche minuto aggiungete i fagiolini scolati, fate insaporire bene e cuocete per altri 5 minuti prima di unire i bocconcini di carne che preferite. A questo punto, regolate di sale e pepe, coprite e fate cuocere per altri 20-30 minuti, a seconda del tipo di carne che avrete impiegato: per il vitello basteranno 20 minuti. Spegnete e fate riposare col coperchio. 

Nel frattempo portate a bollore abbondante acqua salata e cuocete il riso: mia mamma utilizzava un normale Arborio, ma io se non faccio il risotto o dei dolci, utilizzo solo Basmati bianco o integrale. Trascorso il tempo di cottura, scolate, condite con un goccio d'olio e servite il riso con lo stufato di carne e fagiolini.

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Hay platos tan simples que nunca te cansan. Este es uno de esos, y es muy querido para mí, porque Marcella, mi madre, a menudo lo hacía. Digamos también que esto fue un éxito personal suyo conmigo porque, cuando era niña, no me gustaban especialmente la carne o las verduras, por el contrario, podría haber comido pan, pizza, pasta tres veces al día sin quejarme o aburrirme, siempre me daba un disgusto encontrar en la mesa una sopa de verduras o alguna crema verde, pero cada vez que aparecía "arroz, judías verdes y carne" yo estaba muy feliz. Evidentemente ese para mí fue un confort food ante litteram, uno de esos platos mimados que me nutria primero a través de la nariz (sentía el increíble aroma ya mientras que subía las escaleras, regresando de la escuela y arrastrando el bolso hecho polvo), luego a través de los ojos y solo al final gracias a su increíble sabor. Entonces, digamos que, a diferencia de la "pizzaiola" de hace unas semanas, este plato sigue siendo para mí un ever green, lo que todavía hoy sabe devolverme de golpe al momento preciso cuando lo disfrutaba sentada a la mesa, con los pies colgando de la silla. En resumen, es muy bueno, muy fácil y relativamente rapido de hacer. Por cierto, puedes guardar el estofado en tarros, com hago yo, para guardarlo en la nevera o en el congelador, y siempre tenerlo listo para hacer en quince minutos un plato único muy sabroso.

Arroz, judías y carne al estilo de Marcella

Ingredientes para 2 personas:

300 g de judías verdes 

400 g de carne de ternera o buey en cubos (también puede usar bistecs que tiene en la nevera o congelador cortadas en tiras no demasiado finas)

unos tomates bien maduros o 200 g de passata

hierbas aromáticas al gusto (tomillo, albahaca para mí)

1 diente de ajo

sal y pimienta

aceite de oliva virgen extra

Empecemos con orden: elijamos buenas judías verdes, pueden ser redondas y planas, a gusto. Limpiemos y echemos las en agua salada hirviendo durante unos minutos. Mientras tanto, preparemos una salsa, posiblemente con tomates frescos (en este caso, no tenía tomates cherry y usé unos tomates rosados bien maduros, adecuadamente blanqueados antes para quitar la piel y utilizar solo la pulpa): en una sartén calentemos unas cucharadas de aceite de oliva virgen extra con un diente de ajo pelado, luego agreguemos la pulpa de tomate, mezclemos, perfumemos con las hierbas aromáticas y cubramos. Después de unos minutos, agreguemos las judías verdes bien escurridas, mezclemos para saborear y cocinemos durante otros 5 minutos antes de agregar los cubos o las tiras de carne. En este punto, sazonemos con sal y pimienta, cubramos y cocinemos por otros 20-30 minutos, dependiendo del tipo de carne que hayamos usado: 20 minutos serán suficientes para la carne de ternera. Apaguemos y dejemos reposar con la tapa.

Mientras tanto, hirvamos abundante agua con sal y cocinemos el arroz: mi madre usaba un arroz redondo de toda la vida, pero yo, si no preparo risotto o postres de cuchara, solo uso basmati blanco o integral. Después del tiempo de cocción, escurrimos, sazonemos el arroz con un chorro de aceite y sirvamos con el estofado de carne y judías verdes.